Especialista en CIática CDMX- Dr Gustavo Anaya

El neurocirujano es el especialista más adecuado para tratar el dolor de ciática porque su formación abarca tanto el sistema nervioso central como el sistema nervioso periférico, además de tener una experiencia quirúrgica avanzada en estructuras complejas como la columna vertebral. La ciática, que suele ser causada por la compresión del nervio ciático debido a problemas en la columna (como una hernia de disco o estenosis espinal), implica una comprensión detallada de los nervios y las posibles intervenciones quirúrgicas necesarias para liberar la presión sobre el nervio afectado.

 

Mientras otros especialistas pueden identificar y tratar los síntomas del dolor ciático, el neurocirujano está capacitado para abordar la raíz del problema y decidir si es necesaria una intervención quirúrgica precisa. Esto es clave cuando el dolor de ciática no responde a tratamientos conservadores, como la fisioterapia o la medicación. Además, el neurocirujano es el experto en técnicas quirúrgicas avanzadas que pueden descomprimir el nervio de forma efectiva, reduciendo el riesgo de daño neurológico y mejorando los resultados a largo plazo.

 

En resumen, el neurocirujano es el especialista que combina el conocimiento de la anatomía nerviosa y las habilidades quirúrgicas necesarias para tratar eficazmente las causas subyacentes del dolor de ciática cuando otros tratamientos no han sido suficientes.

Tratamientos para dolor de nervio ciático

 

El dolor de ciática puede ser tratado de varias maneras, dependiendo de su causa y de la intensidad de los síntomas. Los tratamientos más comunes incluyen:

 

1. Tratamientos conservadores (no quirúrgicos)

Medicamentos: Los analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINEs), relajantes musculares y, en algunos casos, corticosteroides orales ayudan a reducir el dolor y la inflamación.

Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura pueden aliviar la presión en el nervio ciático. También incluye estiramientos que reducen la tensión muscular y mejoran la flexibilidad.

Aplicación de calor y frío: Las compresas frías pueden ayudar a reducir la inflamación en las primeras etapas del dolor, mientras que el calor ayuda a relajar los músculos en etapas posteriores.

Reposo breve: Aunque el reposo prolongado no es recomendado, un breve período de descanso puede aliviar el dolor en los primeros días. Se recomienda, sin embargo, reanudar la actividad tan pronto como sea posible para evitar el debilitamiento muscular.

Inyecciones epidurales de esteroides: Los esteroides inyectados en el área alrededor del nervio afectado pueden reducir la inflamación y aliviar el dolor de manera temporal.

 

2. Tratamientos intervencionistas

Infiltraciones: Además de las inyecciones epidurales, se pueden utilizar infiltraciones específicas alrededor del nervio o de la articulación afectada para bloquear el dolor y reducir la inflamación.

Radiofrecuencia: Este tratamiento utiliza ondas de radio para calentar el área alrededor del nervio y reducir el dolor de manera prolongada.

 

3. Tratamiento quirúrgico

Cuando los tratamientos conservadores no logran aliviar el dolor después de varios meses o si el paciente presenta síntomas graves (como debilidad muscular significativa o pérdida del control de esfínteres), puede ser necesario un tratamiento quirúrgico. Las opciones incluyen:

Discectomía: En caso de una hernia de disco que esté presionando el nervio ciático, se puede extraer la parte del disco que está causando la compresión.

Laminectomía: En casos de estenosis espinal (estrechamiento del canal espinal), se extrae una parte de la lámina vertebral para reducir la presión sobre el nervio.

Microdiscectomía: Una técnica menos invasiva que utiliza instrumentos pequeños para extraer la porción del disco afectada con menos daño a los tejidos circundantes.

La elección del tratamiento depende de la severidad del dolor, la causa subyacente y la respuesta del paciente a los tratamientos previos. En general, el objetivo es reducir el dolor, mejorar la movilidad y restablecer la calidad de vida del paciente. Acudir a un neurocirujano para tratar los dolores cervicales y lumbares tiene múltiples beneficios debido a su especialización en el sistema nervioso y la columna vertebral. Algunos de estos beneficios incluyen:

1. Diagnóstico preciso: Los neurocirujanos tienen un conocimiento profundo de la anatomía y las patologías de la columna y el sistema nervioso, lo que les permite identificar de forma precisa las causas de los dolores cervicales y lumbares, como hernias de disco, estenosis espinal o compresiones nerviosas.

2. Tratamientos avanzados y personalizados: Pueden ofrecer tratamientos que van desde opciones no quirúrgicas (medicación, fisioterapia y procedimientos intervencionistas) hasta opciones quirúrgicas mínimamente invasivas, adaptándose a las necesidades específicas de cada paciente.

3. Intervenciones mínimamente invasivas: Los neurocirujanos están capacitados en técnicas avanzadas que permiten realizar procedimientos menos invasivos, lo que significa incisiones más pequeñas, menor tiempo de recuperación y menos riesgo de complicaciones. Esto es ideal para aquellos pacientes que requieren una intervención pero buscan una recuperación más rápida y menos dolorosa.

4. Enfoque integral en el manejo del dolor: Además de tratar la causa estructural del dolor, los neurocirujanos pueden realizar procedimientos intervencionistas como bloqueos de nervios y técnicas de radiofrecuencia para el manejo del dolor, lo que proporciona alivio incluso si la cirugía no es necesaria o se está evaluando.

5. Reducción de riesgos a largo plazo: Al acudir con un neurocirujano para el tratamiento del dolor cervical y lumbar, se reduce el riesgo de problemas a largo plazo, como daño neurológico permanente o progresión de la enfermedad. Al tratar la causa raíz del dolor, se puede mejorar la calidad de vida y prevenir futuras complicaciones.

6. Uso de tecnología avanzada: Como se observa en las imágenes, los neurocirujanos utilizan equipos de imagenología en tiempo real, como fluoroscopía o tomografía computarizada, para guiar intervenciones con precisión, asegurando que los procedimientos se realicen en la ubicación exacta y de manera segura.

 

 

 

 

Con un enfoque integral en el tratamiento del dolor y las patologías de la columna, el Dr. Gustavo Anaya Delgadillo no solo cuenta con una destacada trayectoria profesional, sino también con una ética y dedicación que lo han consolidado como un referente en neurocirugía. Su pasión por su especialidad y su compromiso con la salud de sus pacientes lo han llevado a posicionarse como el mejor neurocirujano en Aguascalientes, ofreciendo tratamientos personalizados y resultados óptimos que mejoran la calidad de vida de quienes buscan su atención.